Para darnos cuenta de la revolución que supuso el nacimiento del libro,  analicemos un dato. Parece ser que durante los primeros cincuenta años desde el nacimiento de la tipografía,  se imprimieron cerca de veinte millones de libros en Europa; si tenemos en cuenta que la población europea era entonces en unos cien millones, resulta que se imprimió un libro por cada cinco habitantes. Lo cual, es sorprendente y nos muestra la dimensión de esta revolución cultural.

Dentro del contexto de diseño, el nacimiento del libro impreso hay que entenderlo como el verdadero núcleo fundador y disciplinar del diseño gráfico moderno, materializado en el libro como producto gráfico.

En sus comienzos el libro impreso conservó las características propias del manuscrito,  porque no se podía concebir otra forma de libro que no fuese la establecida. Pero pronto,  empezaron los editores renacentistas a experimentar alternativas originales, desde la creación de tipos, la revisión de formatos y el ornamento en la encuadernación, con lo cual el aspecto del libro impreso adquirió una entidad formal bien distinta del modelo histórico tradicional. Sin embargo,  la formula a base de plomo, estaño y otros metales empleada para la fabricación de los tipos, no sufrió modificaciones hasta el siglo XIX.

A menudo el libro ilustrado impreso se presentaba en negro. siendo luego coloreado a mano por los iluminadores de manuscritos en sus iniciales, orlas. viñetas. etc. 

Aldo Manuzio. Marca de impresor. 1506.

La llegada a Italia de la tipografía despierta un gran interés interés. Tan incondicional es el apoyo que Venecia, que en sólo treinta años, se convierte en el mayor centro impresor de Europa, lo que en aquélla época equivale a decir del mundo occidental. Se crean cerca de doscientos talleres tipográficos antes de llegar al  año 1500 y con ello desbancan a los inventores, sus vecinos del Norte. 

La incipiente industria editorial se orienta en Italia hacia la edición de libros profanos, traduciendo a los clásicos griegos y latinos, publicando también  libros de teoría matemática y filosofía. Destacó Aldo Manuzio editó los clásicos griegos y latinos con diseños de una gran calidad.

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